Restaurante familiar, excelente menú diario 5,5€ (sopa portuguesa buenísima pedir pasada para los niños) y un plato a elegir de carne o pescado, siempre acompañado de ensalada y según el plato patata y arroz. Bebida y café incluidos, café buenísimo por cierto. La cocina muy limpia. El dueño encantador. Para cenar ofrecen hamburguesas, sándwiches y francesinha. Comida abundante.