Comimos en este lugar tras dar una vuelta por el centro ya que a pesar de estar algo escondido esta al lado de la plaza de la catédral.Ofrece un menú por 7,50 bebidas a parte, incluso en domingo que es más que aceptable compuesto por dos tipos de sopas de primero (ambas las probe y estaban buenas) y unos 6-8 platos de segundo con guarnición que también estaban buenos. Además de postre igualmente bueno. Se puede comer de carta por supuesto.El sitio se ve limpio, aceptablemente decorado con lugareños que se juntan para comer.El trato del joven que nos atendio era profesional y muy atento.En definitiva buena ubicación, comida buena, buen trato y excelente relación calidad-precio.